Con nuestra clase fuimos pasando por distintas estaciones y pudimos explotar pompas que salían de la boca de una ballena, pintar en el suelo mojando en agua pinceles y esponjas, hacer relevos y muchos juegos más con una importante finalidad: disfrutar y no dejar un rincón de nuestro cuerpo seco. Como podéis imaginar se esforzaron mucho por cumplir ese objetivo y todos acabaron como para colgarlos en el tendedor y dejarlos secar. Por suerte, las profesoras no tenían tantas pinzas y les dejaron cambiarse de ropa pero igual el año que viene los colgamos un ratito al sol.
Os dejamos unas fotos de la jornada.
Pura diversión, mil gracias
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